C'EST PABLO DOMÉNECH

  Para tratar esta entrada, voy a partir de mi experiencia dando clase de francés a un grupo de chicos de una residencia de estudiantes de Valladolid.              Con el transcurso de las clases, yo tenía la sensación de que uno de los alumnos que tenía –y por qué no decirlo, uno de los más avanzados y aplicados– se encontraba más y más incómodo en presencia de su grupo; pero como aún me faltaban datos, opté por ni siquiera preguntarle y estar ojo avizor a partir de ese momento. Así, comencé a llegar unos cinco minutos antes de la hora normal y me encontraba escenas que no me cuadraban nada con la existencia de un supuesto problema: los chicos “guays” del grupo se reunían alrededor de la mesa de este alumno y siempre me los encontraba conversando.             Como seguía con la sensación de que se me escapaba algo, urdí un plan: Avisé al conserje de que estábamos realizando un estudio sobre las conversaciones que mantienen los jóvenes, así que le pedí unas cuantas cosas. Le dije que

                Despreciando ya aquellas teorías ultra-tecnológicas que se vaticinaban hace un siglo y que comprendían skate-boards que flotan en el aire, coches voladores y viajes en el tiempo, a mí me gustaría centrarme mucho más en un modelo de enseñanza al estilo propuesto en La Llave del Tiempo, de Ana Alonso y Javier Pelegrín, y que os animo a descubrir, porque el panorama postconflicto que se da en las novelas, podría darse perfectamente de aquí a unos años si seguimos siendo gobernados por una panda de asnos chupópteros e ineptos.             En la saga, la educación combina la tecnología más avanzada con la posibilidad de que el alumno pueda estar en clase “realmente” pero a la vez de forma virtual. También podría ser interesante estudiar la noción de “rueda neural” que propone el libro como herramienta de aprendizaje. No voy a hacer spoilers , pero en las novelas se plantea un panorama desolador, que añora la vida pasada, el contacto social, las antiguas civilizaciones, e i

              Esta entrada la dedicaré a un asunto tan superfluo como importante –dependiendo de a quién se le pregunte– y que es una constante en los centros educativos (al menos en los españoles).             Voy a pedirte que, por favor, que busques un gay. Sí, literalmente, busca un gay. Un amigo, un hermano, un tío, un sobrino, un hijo, un compañero… y hazle leer esta entrada. Hazle leer estas líneas y pregúntale si tengo razón. Ya verás como sí.             Esta entrada tiene que ver, más que nada, con la presencia de chicos (lo siento, es la parte que conozco) homosexuales en el aula. Bueno, y fuera de ella también. La presencia de un chico gay en clase modifica las conductas de profesores, compañeros, y, si me apuras, hasta del equipo de limpieza del centro.             Voy a partir de la doble imagen que todo gay posee por el mero hecho de serlo.             Cuando preguntas a una persona sobre la imagen que tiene de un hombre homosexual, te suele responder dos cosas:

                  Agárrense a sus asientos, porque en las siguientes líneas voy a hablarles sobre un asuntillo sobre el que yo mismo acabo de reflexionar hace como seis horas. Siéntense, cállense y disfruten de la experiencia que tuve al mezclar un café con leche –y un paracetamol– con autodesprecio y mi don para hacer las cosas cuando no tengo que hacerlas.             Lo que voy a escribir aquí puede que conlleve la estigmatización de mi persona, pero confío en la objetividad crítica de mis señores profesores para poder desvincular el “Pablo alumno” del “Pablo Blogger”. Bueno, no confío porque en realidad la confianza da asco, pero apelo a ella en calidad de compañero del sistema educativo.             Vamos, que no me suspendan por esta entrada, que el hecho de que mi experiencia actual me guie en esta crítica no significa que ustedes tengan la culpa.             Como estudiante, en estos momentos me siento consternado; como estudiante universitario, asqueado; y como estudiant

                   Creo que todos los que hemos visto la serie de televisión “Merlí”, coincidimos en que se plantea un tipo de tutor ideal, un tutor que a todos nos habría gustado tener. Merlí encarna los valores –muchas veces ausentes o imposibles de llevar a cabo– que hacen de un docente un buen docente; de un buen docente, un docente eficaz; y de un docente eficaz, un verdadero maestro.              Un tutor, y en realidad cualquier profesor, no debe seguir el modelo del embalaje , es decir, no debe salir de su “cajita” de profesor, dar sus clases y volverse a ella. Un profesor debe ser un modelo a seguir para que los alumnos aprendan realmente algo y realmente bien. Para ello, el tutor debe generar una especie de “envidia sana” en los alumnos, pues estos deberán desear parecerse a él, y comenzarán por adoptar sus valores más característicos y visibles.             Un tutor debe, en primer lugar, ser un bastión de respeto, comprensión y sinceridad, un estandarte de carisma, de ene

       Buenas a todos.      En esta entrada, expondré (o al menos será esa mi intención) la visión que poseo del alumno actual en el aula actual y de cómo debería cambiar la situación que vivimos habitualmente en la docencia para fomentar la participación del alumnado en clase.            Para empezar, creo que en este país seguimos mirando con nostalgia a aquel profesor que ostentaba la vara de mando y que no sentía remordimiento alguno a la hora de usarla. Seguimos quejándonos amargamente de aquellos tiempos –en realidad bastante oscuros– en los que todo estaba tiznado de una cierta ranciedad casposa que convertía el aula en una zona de instrucción, de adoctrinamiento, y la silla del profesor, en un púlpito o un estrado. El profesor. El maestro. El docente… Hasta hace relativamente poco, esta figura era la orgía consumada de sacerdote, juez y padre: Sacerdote porque su palabra era incontestable, como si proviniese del mismísimo Dios; juez porque su dictado era ley, y saltárselo –o

         Huelga decir que no he podido leer todos los blogs de mis compañeros, muchas cosas, poco tiempo. Pero aquí están algunos de los que he leído, que me niego a clasificar en un ranking, pero que dejo aquí escritos por si os apetece echarles un vistazo.  SAMIRA   JORGE   LAURA   RODRIGO   ALBA   SERGIO   JULIE   ALBERTO   BÁRBARA   ALEJANDRO   IRENE     En todos ellos encontraréis cosas curiosas, experiencias personales interesantes o puntos de vista y críticas que enriquecerán vuestras opiniones o que harán que os replanteéis, incluso, algunos temas de la educación española. 

  En esta entrada simplemente os reconduzco hacia un documento madrileño sobre propuestas para aumentar la participación de padres, profesores y alumnos en la vida del centro educativo.  Propuesta

       Como siempre, seguiré con mis críticas de tono sarcástico y pseudo-ofensivo. Tras haber leído el Libro Blanco del Docente, propuesto en clase, mi postura con respecto a la docencia en España se ha reforzado.      Seguimos, como siempre, proponiendo quimeras y edenes que jamás veremos, en vez de aceptar la realidad española de nuestros días y adaptar la figura del docente para integrarlo de manera correcta. Algunas de las barbaridades que se proponen en el documento me han llevado a pensar si es posible que todos en este país seamos gilipollas, o que seamos muy inteligentes, pero vayamos de incógnito.      Voy a centrarme en la formación del docente, concretamente, aprovechando que me encuentro inmerso de pleno en ella (espero que nadie se ofenda más de lo necesario).      En 2016 comencé mi formación universitaria en Lenguas Modernas y sus Literaturas, tras cuatro años de formación, tras cuatro años de exámenes y trabajos que demostrasen que era una persona capaz de hacer lo

     He leído y releído diversas definiciones sobre lo que es educar: Definiciones “oficiales”, definiciones corporativas, definiciones personales e individuales… y sinceramente no me acaba de convencer ninguna.       Para mí, educar a alguien es conseguir despertarle el espíritu crítico que le permita tomar las decisiones más acertadas acordes a su pensamiento; educar es descubrirle a alguien los mil mundos que contiene este, y enseñarle a caminar por ellos bajo una bandera de respeto y de libertad. Educar a alguien es, en definitiva, mostrarle qué hacer con lo que han hecho de él a lo largo de toda su vida.

             Aunque en España se ha producido un progreso en los últimos treinta años, tanto en la educación infantil como en la enseñanza superior, el índice de abandonos en la educación primaria es inusualmente elevado, comparándolo con el resto de Europa. El sistema educativo parece resultar ineficaz para unos adolescentes con características socioculturales y económicas, difíciles. ¿Pero, qué es el fracaso escolar? ¿Dónde termina el fracaso del joven en los estudios y empieza el de los adultos? Son varias de las cuestiones que se plantean en "Un pulso al fracaso"; un viaje por las historias personales de Juan, Odei y Ainara, a quienes un día, el sistema de enseñanza derivó a módulos formativos alternativos a la educación convencional. Se trata de las escuelas adscritas a la red de centros de segunda oportunidad europeos, donde prima el desarrollo del propio individuo más que el de los planes de estudios. La Fundación Tomillo, consciente del vínculo que existe entre

En esta entrada escojo el Proyecto Educativo del    I.E.S ZORRILLA  de Valladolid, el centro donde terminé mi formación de Bachillerato, y en el que se ensalzan los valores del centro, así como la riqueza y la diversidad que le otorga su ubicación en el centro de Valladolid, pero muy cerca de los barrios limítrofes. Esta gran variedad dentro del alumnado hace del centro un caldo de cultivo de relaciones entre alumnos provenientes de diversos ambientes culturales, socioeconómicos y familiares.             Me parece muy importante destacar el gran peso de las medidas a tomar contra el abandono escolar que se encuentra recogido en su RRI, buscando disminuir las probabilidades de que esto ocurra, a través de actuaciones de los tutores y de mecanismos en los que se implica todo el centro educativo; así como los valores por los que se rige el centro:  LIBERTAD Y SOLIDARIDAD  PROMOCIÓN DE LA PAZ Y RESOLUCIÓN PACÍFICA DE LOS CONFLICTOS  RESPETO A LAS DIFERENCIAS EN UN MARCO DE INCLUSIÓN   IG

       Aquí está el resumen de la práctica sobre el Consejo Escolar que realizamos en clase. En el caso de mi grupo, el desarrollo de la actividad se llevó a cabo de manera muy cooperativa y muy asamblearia; partiendo de pequeñas agrupaciones que decidían sobre los campos que les afectaban, llegando a una gran puesta en común que permitió a todos los componentes aportar su punto de vista, a la vez que la actividad se desarrolló de manera muy dinámica. En nuestro caso, decidimos que el centro escolar del que formábamos parte se regiría por los siguientes valores: Libertad, respeto, solidaridad, igualdad, espíritu crítico, trabajo en equipo, inclusión y diversidad cultural. 

       Supongo que el título de esta entrada escandalizará en mayor o menor medida, pero bueno, al menos he sido consciente de que no está bien visto decir "puta", así que he puesto "cabra".         Esta vez voy a hacer dos breves comentarios a propósito de una realidad de dos caras: La educación ¿debe ser unitaria e igual para todos?. Mi respuesta es un rotundo SÍ. La educación descentralizada me parece un fallo cumbre del sistema educativo español. El hecho de que los contenidos, las materias y los medios para llegar a ellos varíen según la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos, me parece casi casi anticonstitucional. Todos formamos parte del mismo país y por tanto todos debemos instruirnos en los mismos campos y de maneras parecidas, con las mínimas variaciones. El hecho de encontrarnos, por ejemplo, con un abismo salvaje entre el número de estándares de EBAU en CyL y el número de los mismos en, por ejemplo, Andalucía, me parece que es una lacra que na

          Entre las numerosas funciones del profesorado (a mi parecer más que las doce estipuladas) una que me parece primordial y que suele ser ignorada o dada por hecho de forma automática y, por tanto, no se pone realmente en práctica, es la contribución al clima de respeto y tolerancia en el aula y fuera de ella. Por una parte creo que construir una persona respetuosa y tolerante es una misión primordial de la familia del estudiante, pero siempre supervisada, o más bien corregida, por el estado, personificado en el docente. Es el profesor el que debe eliminar las aberrantes ideas inculcadas en casa que vayan contra los principios de la sociedad democrática en la que se supone vivimos.  D         Digo que me parece esencial y primordial porque es una de las vías más directas para crear individuos de mente abierta y que vean a todos los demás como iguales, superando así barreras arcaicas como el machismo, la homofobia, la transfobia, la xenofobia... Estas ideas son, en su mayoría, tr

     Esta entrada nace del conocimiento de los diferentes sistemas educativos del mundo, de sus ideales, de sus requisitos, sus puntos fuertes y puntos débiles; así, realizaré una pequeña comparación de aspectos que me parecen interesantes entre la educación española y la educación francesa.      La diferencia más visible y más separatista (según mi opinión) la protagoniza la "carga de trabajo en casa", los deberes de toda la vida. El sistema español siempre se ha caracterizado por un peso de tarea extraescolar que ha sido en multitud de ocasiones objeto de debate, de protestas e incluso de manifestaciones. Numerosos estudios culpan a los deberes del estrés y la presión sufridas por muchos de los alumnos, debidos a la sensación de no poder escapar en toda la semana de ese ambiente "de trabajo" que caracteriza cualquier etapa educativa; esa sensación de no haber salido de clase hasta que terminas las tareas del día, ese sentimiento de sentirte encadenado y, por lo ta

      Esta entrada del blog tendrá un tono más crítico que informativo, aviso.      A pesar de las diferentes leyes educativas que ha sufrido la educación española a lo largo de los años, los resultados del alumnado nacional ponen de manifiesto que estos proyectos legislativos que fluctúan y se sustituyen unos a otros tan rápido (la mayoría de veces) que ni siquiera dejan su impronta en el sistema, están más cerca de ser documentos hermanados a los manifiestos de las vanguardias literarias que de verdaderos documentos legislativos.      A pesar de los ambiciosos deseos de las leyes de educación, Europa se ha visto obligada a darle a España un par de collejas ante sus decepcionantes resultados educativos, que solo superan a Malta y Portugal, a base de una reestructuración de las bases del sistema educativo y redefiniendo los "ideales" que debe hacer reales España en materia de educación.      Tristemente y por el momento, parece que esta pequeña regañina europea no es más que

       Como todos los sistemas, el sistema educativo de CyL tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Entre las beldades de la educación castellanoleonesa encontramos la voluntad de buscar una educación que no excluya a nadie, así como un intento constante de refuerzo de aquellos centros cuya calificación europea resulta por debajo de la media. Por otro lado, se potencia en gran medida la educación bilingüe, cada vez a edades más tempranas, buscando por lo tanto un profesorado cada vez más formado en lenguas extranjeras, así como docentes provenientes de otros países. Se intentan aumentar cada año más y más las prestaciones para familias en situación de vulnerabilidad, desde el ámbito monetario hasta ayudas que cubren la compra de libros de texto.       Del otro lado del paraíso, encontramos que cada vez se cierran más y más centros en poblaciones que van quedando deshabitadas, y la sensación que se va imponiendo sobre el objetivo de la preparación del alumnado: ¿Se busca hacer de